El reciente análisis de la NASA de una muestra recolectada del asteroide Bennu confirma que los componentes fundamentales de la vida (azúcares, aminoácidos y nucleobases) prevalecían en todo el sistema solar primitivo. Los hallazgos, publicados en Nature Geoscience y Nature Astronomy, sugieren que estos componentes no eran exclusivos de la Tierra sino que estaban ampliamente distribuidos, lo que aumenta la probabilidad de que surja vida en otras partes del cosmos.
Descubrimientos clave de Bennu
La misión OSIRIS-Rex entregó con éxito una muestra prístina de Bennu a la Tierra en 2023, lo que marcó la primera misión estadounidense en recuperar material de asteroide. Los análisis han revelado varios descubrimientos innovadores:
- Azúcares: Los investigadores identificaron seis tipos de azúcares, incluida la ribosa (esencial para el ARN) y la glucosa (una fuente de energía primaria para los organismos vivos). Esto marca la primera detección de glucosa en una muestra de asteroide.
- “Space Plastic”: Se encontró una sustancia orgánica inesperada, parecida a un material gomoso. Está compuesto de cadenas de nitrógeno y oxígeno y puede haber actuado como andamio estructural para la formación de los componentes básicos de la vida.
- Granos presolares: La muestra contiene una concentración inusualmente alta de polvo de explosiones de supernova, seis veces más que cualquier otro material extraterrestre estudiado. Esto apunta a la formación de Bennu en una región rica en restos de estrellas moribundas.
Implicaciones para el origen de la vida
La ausencia de desoxirribosa (el azúcar utilizado para construir el ADN) en la muestra de Bennu refuerza la hipótesis del “mundo del ARN”. Esta teoría sugiere que el ARN, no el ADN, fue el material genético primario en las primeras formas de vida, antes de la evolución de sistemas más complejos basados en el ADN.
“Quizás el origen de la vida fue sólo una hebra de ARN”, dice el astrobiólogo Danny Glavin, subrayando la posibilidad de orígenes más simples, basados en el ARN.
La ubicuidad de estos compuestos esenciales para la vida sugiere que los asteroides como Bennu pueden haber desempeñado un papel vital en sembrar la Tierra primitiva con los ingredientes necesarios para la vida. Este descubrimiento refuerza la idea de que los componentes básicos de la vida no eran exclusivos de nuestro planeta, sino que estaban distribuidos por todo el sistema solar, lo que potencialmente facilitaba la aparición de vida en otros cuerpos celestes como Marte o Europa.
La misión OSIRIS-Rex y la investigación futura
La misión OSIRIS-Rex de 800 millones de dólares se lanzó en 2016 y viajó más de 4 mil millones de millas para recolectar la muestra. Se espera que la media taza de material de Bennu produzca más descubrimientos durante décadas. Los científicos son optimistas en cuanto a que esta investigación no sólo profundizará nuestra comprensión de los orígenes de la vida sino que también mejorará la búsqueda de vida extraterrestre dentro de nuestro sistema solar y más allá.
La muestra de Bennu proporciona pruebas convincentes de que las materias primas para la vida eran comunes en el sistema solar primitivo, lo que hace cada vez más plausible la posibilidad de que haya vida en otros lugares.






























