Dinosaurio Doomsday: Sobreviviendo al asteroide que puso fin a una era

7

Hace sesenta y seis millones de años, la Tierra enfrentó su peor día en 500 millones de años: el impacto de un asteroide masivo. El evento desencadenó tsunamis, terremotos, incendios forestales y lluvia ácida, acabando con aproximadamente el 75% de todas las especies, incluidos los dinosaurios no aviares. Una nueva exposición en el Museo Americano de Historia Natural de la ciudad de Nueva York, “Impacto: El fin de la era de los dinosaurios”, recrea vívidamente este momento cataclísmico y la resiliencia que siguió.

La vida antes de la caída

La exposición comienza sumergiendo a los visitantes en el período Cretácico. Un diorama de tamaño natural representa una lucha brutal entre reptiles marinos: un mosasaurio atacando a un plesiosaurio. Cerca de allí, un Triceratops – polémicamente retratado con púas basándose en evidencia fósil reciente – desgarra un árbol. Esta reconstrucción, inspirada en fósiles de la formación Hell Creek en Dakota del Norte, incluye otras criaturas como tortugas antiguas, pájaros primitivos y Didelphodon, un mamífero depredador que se asemeja a un demonio de Tasmania. La exposición no sólo muestra a estos animales; te permite escucharlos, incluido el aterrador graznido de Beelzebufo, una rana prehistórica gigante.

El impacto: un mundo en llamas

Luego, la exposición te sumerge en el momento del impacto. Una película de seis minutos detalla la llegada del asteroide: una roca del tamaño del Monte Everest golpea la Tierra con la fuerza de 10 mil millones de bombas atómicas. La explosión vaporizó el asteroide, creando una ola de calor más caliente que el sol. Billones de toneladas de escombros bloquearon la luz solar durante más de un año, colapsando los ecosistemas a medida que perecían las plantas y los animales que los comían. La tenue iluminación de esta sección realza la atmósfera sombría y enfatiza la escala de la destrucción.

Las consecuencias: huesos y evidencia

La siguiente sala simula las consecuencias inmediatas: los restos esqueléticos de criaturas que alguna vez fueron prósperas, el olor de los incendios forestales flotando en el aire. Las exhibiciones explican la abrumadora evidencia científica que respalda la teoría de los asteroides, incluido el descubrimiento del cráter Chicxulub en México. Un mapa global señala los cientos de lugares donde los científicos han encontrado iridio, un metal raro indicativo de impacto extraterrestre. While volcanism has been proposed as a contributing factor, curators emphasize the asteroid impact alone fully explains the timing and abruptness of the mass extinction event.

### Del caos a la nueva vida

Pero la destrucción también abre el camino a las oportunidades. La exposición ilustra cómo ciertos rasgos, como la capacidad de romper nueces, permitieron que algunas especies sobrevivieran. Las selvas tropicales rápidamente llenaron el vacío ecológico dejado por los dinosaurios y comenzó la Era de los Mamíferos, que dio lugar al mundo que conocemos hoy. Un cuestionario interactivo revela si su contraparte del Cretácico pereció o prosperó.

¿Una amenaza futura?

La exposición concluye con una nota cautelosamente optimista. Si bien el impacto de otro gran asteroide sigue siendo una amenaza potencial, la tecnología moderna ofrece la posibilidad de detectar e incluso redireccionar dichos objetos, como lo demuestra la misión DART de la NASA. Una pantalla interactiva permite a los visitantes practicar la desviación de asteroides utilizando láseres o sondas.

“Impacto: El fin de la era de los dinosaurios” sirve como un crudo recordatorio de que incluso después del caos total, la vida puede encontrar una manera no sólo de sobrevivir sino de prosperar. La exposición no sólo cuenta una historia de extinción; es un testimonio de la increíble resiliencia de la naturaleza.