Población de elefantes marinos reducida a la mitad por un brote de gripe aviar en el Atlántico Sur

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Población de elefantes marinos reducida a la mitad por un brote de gripe aviar en el Atlántico Sur

Un devastador brote de influenza aviar (gripe aviar) ha acabado con aproximadamente la mitad de la población reproductora de elefantes marinos hembra en la isla Georgia del Sur, un caldo de cultivo crítico para la especie. Una nueva investigación revela una disminución de la población del 47 % desde 2022, lo que genera serias preocupaciones sobre la estabilidad a largo plazo de este icónico mamífero antártico.

La magnitud de la crisis

La isla Georgia del Sur alberga a más del 54% de la población reproductora de elefantes marinos del sur del mundo, lo que hace que el evento de mortalidad sea particularmente alarmante. Los investigadores del British Antártida Survey utilizaron imágenes aéreas para comparar las cifras de reproducción entre 2022 y 2024, descubriendo la catastrófica escala de la pérdida: se estima que 53.000 hembras murieron.

El impacto se extiende más allá de la mortalidad directa. El estudio sugiere que las hembras estresadas pueden haber abandonado a sus crías, lo que dificulta aún más la recuperación. La cepa altamente patógena H5N1, detectada inicialmente en Europa antes de extenderse a América, llegó a Georgia del Sur en 2023, aunque la magnitud total del daño sólo quedó clara con este análisis reciente.

Por qué esto es importante

La rápida propagación del H5N1 entre especies de aves y mamíferos en la región antártica es una amenaza creciente. Si bien se subestimó el impacto inicial del virus en Georgia del Sur debido a la lejanía de la isla, los hallazgos actuales subrayan la necesidad urgente de una vigilancia intensiva.

La pérdida de casi la mitad de la población reproductora es especialmente preocupante dada la lenta tasa de reproducción del elefante marino: las hembras tardan de tres a ocho años en comenzar a reproducirse. El virus continúa circulando, como lo demuestra el menor número de crías en 2024 en comparación con el año anterior.

Implicaciones más amplias

El brote pone de relieve la vulnerabilidad de los ecosistemas antárticos a las enfermedades infecciosas emergentes. La cepa H5N1 ya ha causado pérdidas devastadoras en colonias de aves marinas en el Reino Unido y en poblaciones de leones marinos en América del Sur, lo que genera temores sobre su impacto más amplio en la red alimentaria antártica.

“Los resultados de este estudio son desgarradores”, afirmó el profesor Ed Hutchinson, virólogo de la Universidad de Glasgow. “No está claro cuán severo será el impacto de este virus en otras especies de mamíferos y aves en la Antártida y subantártica”.

La situación exige una vigilancia continua para comprender los efectos a largo plazo del virus y prevenir nuevos brotes. La crisis actual sirve como un claro recordatorio de la interconexión de los ecosistemas globales y la urgente necesidad de estrategias proactivas de gestión de enfermedades en regiones vulnerables.

La pérdida de casi la mitad de la población de hembras reproductoras tiene graves implicaciones para la estabilidad futura de la especie, lo que subraya la necesidad urgente de un seguimiento continuo e intensivo.