Según una revisión reciente de múltiples estudios, la velocidad a la que los desechos se mueven a través de su sistema digestivo, ya sea rápido o lento, influye significativamente en su microbioma intestinal y en su salud general. No se trata sólo de regularidad; se trata de las complejas interacciones entre las bacterias intestinales, la dieta e incluso las afecciones neurológicas.
El microbioma intestinal y el tiempo de tránsito
Los investigadores han encontrado diferencias claras en los microbiomas intestinales de personas con tiempos de tránsito intestinal rápidos y lentos. El tránsito lento (estreñimiento) se ha relacionado con trastornos metabólicos, inflamación e incluso enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson. Por el contrario, un tránsito extremadamente rápido también puede alterar el equilibrio microbiano. Comprender estas conexiones es crucial porque el microbioma intestinal desempeña un papel vital en todo, desde la absorción de nutrientes hasta la función inmune.
Cómo afecta el tiempo de tránsito a las bacterias intestinales
El tiempo de tránsito intestinal determina cuánto tiempo las bacterias fermentan los alimentos no digeridos en el colon. Las estancias más largas favorecen a las bacterias que se alimentan de proteínas, mientras que los movimientos más rápidos favorecen a las que prefieren los carbohidratos. Ambos extremos pueden conducir a una diversidad microbiana reducida, creando circuitos de retroalimentación donde las especies dominantes mantienen su ventaja. Esto explica por qué los consejos dietéticos no funcionan igual de bien para todos.
Medición del tiempo de tránsito intestinal
El seguimiento del tiempo de tránsito no es tan simple como anotar las deposiciones. Los métodos incluyen:
- Sensores tragables: Las cápsulas registran su recorrido por el tracto digestivo.
- Escala de heces de Bristol: Una herramienta visual que clasifica la consistencia de las heces (gránulos duros = tránsito lento, papilla acuosa = tránsito rápido).
- Rastreadores dietéticos: Seguimiento de cuánto tiempo se tarda en eliminar el tinte azul o el maíz dulce ingeridos.
Implicaciones para el tratamiento y la prevención
La incorporación de datos del tiempo de tránsito en los estudios del microbioma intestinal mejora la precisión de la predicción de la composición microbiana en comparación con la dieta sola. Esto podría revolucionar la forma en que abordamos las intervenciones de salud intestinal. El asesoramiento dietético personalizado y el uso de probióticos pueden volverse más efectivos si se adaptan al ritmo intestinal de cada individuo.
“Al incluir mediciones del tiempo de tránsito intestinal en estudios relacionados con el microbioma intestinal, podemos avanzar en nuestra comprensión de los vínculos entre el microbioma intestinal, la dieta y la enfermedad”, concluyen los investigadores.
Ignorar el tiempo de tránsito pasa por alto una variable clave en la salud intestinal. Reconocer este factor que a menudo se pasa por alto es esencial para prevenir, diagnosticar y tratar enfermedades relacionadas con el intestino y mejorar el bienestar general.





























