El asteroide Bennu produce un ingrediente clave para la felicidad humana: triptófano encontrado en una muestra extraterrestre

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La misión OSIRIS-REx de la NASA ha logrado un descubrimiento innovador: la detección de triptófano, un aminoácido esencial fundamental para la producción de serotonina, en muestras recolectadas del asteroide Bennu. Esto marca la primera presencia confirmada de triptófano en una muestra extraterrestre, lo que refuerza la teoría de que las rocas espaciales desempeñaron un papel importante en la siembra de los componentes básicos de la vida en la Tierra primitiva.

Los orígenes de la vida: ¿una entrega cósmica?

Durante décadas, los científicos han teorizado que los cometas y asteroides transportaron moléculas orgánicas cruciales a una Tierra joven. Este descubrimiento añade pruebas contundentes a esa afirmación, sugiriendo que estos cuerpos celestes no eran sólo portadores de agua y minerales, sino también ingredientes vitales para el surgimiento de la vida. La presencia de triptófano en Bennu –una roca espacial casi tan antigua como el propio Sistema Solar– refuerza esta hipótesis y plantea interrogantes sobre cuán extendida puede estar dicha química prebiótica en todo el cosmos.

¿Qué es el triptófano y por qué es importante?

El triptófano es uno de los nueve aminoácidos esenciales que los humanos no podemos producir por sí solos, por lo que debemos obtenerlo de nuestra dieta. Es un precursor de la serotonina, un neurotransmisor que regula el estado de ánimo, el bienestar y la felicidad. Los niveles bajos de serotonina están relacionados con la depresión y la ansiedad. El hecho de que esta molécula se haya encontrado en un asteroide sugiere que las materias primas para la función neurológica existían en otras partes del sistema solar.

Fragilidad e implicaciones

La detección de triptófano es sorprendente porque el aminoácido es relativamente frágil y es poco probable que sobreviva al intenso calor de la entrada atmosférica cuando se encuentra en meteoritos. La muestra de Bennu, sin embargo, fue recolectada y preservada cuidadosamente, lo que permitió su detección. Esto sugiere que los asteroides pueden albergar una gama más amplia de delicadas moléculas prebióticas de lo que se pensaba anteriormente, esperando ser descubiertas.

“Se necesitan análisis específicos adicionales… para establecer firmemente su origen en Bennu y posiblemente en otros astromateriales”, afirman los investigadores, enfatizando la necesidad de realizar más investigaciones.

Una receta química compleja

El equipo de investigación de la NASA y la Universidad de Arizona también confirmó la presencia de otros 14 aminoácidos y las cinco nucleobases comunes (los componentes básicos del ADN y el ARN) en la muestra de Bennu. La composición brechada del asteroide (como un pastel de frutas rico y denso) indica que varios procesos, incluidas reacciones a base de agua, contribuyeron a la formación de estas moléculas. Ningún proceso por sí solo puede explicar la diversidad química observada, lo que sugiere una compleja interacción de factores en el Sistema Solar temprano.

El descubrimiento de triptófano en Bennu es importante porque amplía nuestra comprensión de la química prebiótica y enfatiza la importancia de las misiones de retorno de muestras. Será crucial realizar más análisis para confirmar el origen de la molécula y explorar materiales similares en otros astromateriales, lo que podría remodelar nuestra comprensión de cómo podría surgir la vida en otras partes del universo.